Neo evolucionismo no lineal, utopías humanistas y crisis en Ucrania
Ya desde hace tiempo la tercera guerra mundial de la humanidad se viene librando, es una guerra económica. Y como el otro mal que nos aqueja – la pandemia del COVID – es mucho “más mundial” que la primera y segunda guerras mundiales en el sentido de que involucra a muchos más países.
Los costos de esa guerra todos los conocemos: grandes contingentes de migrantes sufriendo todo tipo de problemas, deterioro del medio ambiente que implica la muerte y eventual extinción de animales y plantas, descenso generalizado de la salud, educación y calidad de vida de la población, etcétera.
Levi-Strauss escribió alguna vez: “los intercambio son guerras resueltas en forma pacifica; las guerras son el resultado de transacciones desafortunadas” (Lévi-Strauss, 1993:107). Entonces podríamos pensar a manera de hipótesis, que esta guerra económica mundial que propongo, es la continuación de la guerra fría y que hasta ahora se había venido resolviendo pacíficamente. Si así lo asumo, creo que la crisis de Ucrania nos indica que la “solución pacifica “ está fracasando. Pongo entre comillas solución pacifica porque una solución que involucre violencia económica no es solución.
Al parecer el estado de guerra continuo no solo es un mal que ha aquejado a las sociedades tribales. como pretendía Clastres (quien se refería a estas sociedades como “sociedades para la guerra y en contra del Estado”) (Clastres, 1999). Los actores principales de esta guerra económica continua son países con gobiernos estatales aunque en la mayoría de los casos sometidos a intereses de grupos poderosos privados.
¿ Y qué resultados espera alguien que inicia una guerra (sea esta armada, económica o de cualquier tipo?, respuesta: mayor poder, y poder es control (Adams, 1976) sobre el medio social y natural.
Para Richard Adams las sociedades humanas pueden verse como, estructuras disipativas que intentan prolongarse en el tiempo a base de incrementar crecientemente flujos de energía del medio hacia ellas. Para este fin, generan un sistema cibernético que se plasma en las mentes de los individuos como una ideología muy simple, basada en oposiciones binarias del tipo amigo- enemigo, nosotros – ellos, etc., pero capaz de movilizar intensamente a la población contra el “enemigo” (Adams, 1978:105). Un buen ejemplo de ello lo podemos ver en el conflicto actual en Ucrania. Ahí la función que cumple la ideología nazi en uno de los bandos es exacerbar la pulsión contra el otro.
En Ucrania un sector de la población, ansioso de acceder a la calidad y estilo de vida que considera tiene la Europa occidental, asocia oposiciones como amigo-enemigo, trabajador – flojo, progreso-estancamiento, vanguardista -tradicionalista, superior – inferior, etcétera, con la oposición nosotros – ellos respectivamente.
Pero el origen de la mentalidad nazi no solo es una secuela de la segunda guerra mundial. Creo que apelando a la escuela de cultura y personalidad (Kluckhohn, 1981: 211) ( pero sin caer en su abuso[1] ), podemos decir que el neoliberalismo ha conducido a que en ciertos sectores brote una personalidad tipo neo nazi en cualquier país del planeta, no solo en Ucrania.
Pero volviendo a Adams y su visión de las sociedades como estructuras disipativas, leemos en una de sus obras: “Por lo que alcanzo a ver, el único agregado de seres humanos que puede ser considerado un sistema disipativo, del cual puede esperarse que en algún momento futuro alcance un estado constante, es la especie en su totalidad”.
Pero contario a la idea de que todo el proceso histórico de la humanidad teleológicamente esta dirigido hacia la interconexión de todas las culturas, yo creo que la humanidad siempre ha estado interconectada desde sus inicios; los antropólogos difícilmente han dado pruebas de una cultura totalmente aislada en el pasado o en el presente. Lo que ha sucedido es que las culturas fueron forzadas a un contacto excesivo por la globalización económica. Esto nos fue alejando del ideal de la Nación Humana Universal (Silo, 2002) al menos en lo que respecta a la diversidad cultural. Antes había mucha mayor variedad de culturas.
Pero contario a la idea de que todo el proceso histórico de la humanidad teleológicamente esta dirigido hacia la interconexión de todas las culturas, yo creo que la humanidad siempre ha estado interconectada desde sus inicios; los antropólogos difícilmente han dado pruebas de una cultura totalmente aislada en el pasado o en el presente. Lo que ha sucedido es que las culturas fueron forzadas a un contacto excesivo por la globalización económica. Esto nos fue alejando del ideal de la Nación Humana Universal (Silo, 2002) al menos en lo que respecta a la diversidad cultural. Antes había mucha mayor variedad de culturas.
Pero hoy la cascada de sanciones económicas detonadas por el conflicto ente Ucrania y Rusia que se precipita por todo el planeta nos hacen pensar en una desglobalización económica muy acelerada – casi instantánea, sin transición alguna – tipo teoría de las catástrofes[2] – que de la noche a la mañana, podría configurar el mundo de una manera distinta a la actual. Esta crisis se nos presenta entonces, como una gran oportunidad para reorganizar al mundo de manera distinta.
¿Acaso este “retroceso” es parte del proceso de una estructura disipativa dirigido hacia alcanzar el estado contante ?, ¿aquel estado en el que una estructura disipativa logra autoregularse en cuanto su crecimiento y absorción de energía del medio? (Adams, 1978:246-247) .
Cabe preguntarse también por el sistema ideológico que podría corresponder a una estructura disipativa que haya alcanzado tal estado, ¿podría estar basado en oposiciones binarias si lo que interesa ya no es el incremento acelerado de los insumos del medio? Al parecer todavía no hay respuesta a esta interrogante. Es difícil decir algo que no se haya dicho ya. De manera más específica, en relación a esta interrogante muchos piensan en el humanismo. Pero siguiendo las reflexiones de Salvatore Puledda y de Silo, pareciera que el humanismo no ha pasado de ser una mera actitud. Nunca se ha llegado a plasmar como un sistema filosófico adecuado, para una época como esta, tan referenciada con la ciencia y la tecnología.
Como una respuesta a la necesidad de contar con bases para un humanismo actualizado con la época moderna, Marvin Harris desde la antropología científica, propuso ciertas “constantes biopsicológicas” (Harris, 1994: 78) basadas en la primatología:
1. Las personas necesitan comer y, por lo común, optarán por las dietas que ofrezcan más calorías, proteínas y otros nu- trientes.
2. Las personas no pueden permanecer totalmente inactivas, pero a la hora de enfrentarse a una tarea específica, preferirán realizarla consumiendo el mínimo de energía.
3. Las personas poseen una sexualidad muy desarrollada y obtienen un placer reconfortante del coito (heterosexual en la mayor parte de los casos).
4. Las personas necesitan amor y afecto para sentirse felices y seguras, y, a igualdad de las demás cosas, harán lo posible para aumentar el amor y afecto que los demás les dan.
Pero en relación a los autores de este tipo de propuestas tan naturalizadas Silo – ideólogo principal de un corriente humanista conocida como Humanismo Universalista – dijo “no es fácil comprender como esos naturalistas o neonaturalistas pueden considerarse a si mismos como humanistas (Silo, 2002:474). Sin embargo la visión de lo natural es muy posibilitaría cuando se piensa desde la misma racionalidad no lineal de las estructuras disipativas, pues lo natural adquiere propiedades creativas no esencialistas ni deterministas que tradicionalmente se habían reservado solo al ser humano.
Bibliografía.
Lévi-Strauss. Las estructuras elementales del parentesco. 1949. Planeta-Agostini.
Newbold, Richard Adams. 1978. Ediciones de la cas Chata, CIESAS, México.
Reynoso, Carlos. 2006. Complejidad y caos. 2006. Buenos Aires. Argentina.
Harris, Marvin. Materialismo cultural. 1994. Alianza-Editorial.
——————–El desarrollo de la teoría antropológica. 1979. Siglo XXI.
Clastres. P. 2009. Arqueología de la violencia: la guerra en las sociedades primitivas. F.C.E.
[1] Como el que llevo a algunos de los seguidores de esta corriente clásica del pensamiento antropológico a postular sin sustento científico (Harris, 1979:385) que, la manera en que los bebes rusos son fajados cuando bebes, hace que tengan una personalidad maniaco – depresiva.
[2] “La TC (teoría de las catástrofes) es una rama de las matemáticas que en vez de estudiar configuraciones o fenómenos estructurales como la homoestasis estudia singularidades, es decir, irregularidades, rupturas, quiebras: los fenomenólogos y hermeneutas ya tenían en sus repertorios conceptos que evocaban ideas parecidas. Lo que ocupa a la TC son las propiedades de las singularidades como tales, sin referencia alguna a los mecanismo concretos subyacentes. Eso la hace apropiada para el análisis e sistemas cuyos mecanismos no se conocen o para situaciones en las que las únics observaciones disponibles se refieren a discontinuidades. “(Reynoso, 2006:161).